El 10 de noviembre de 1995 el poeta Ken Saro-Wiwa y ocho ecologistas fueron ejecutados por orden del gobierno militar de Nigeria. Defendían los derechos de la minoría Ogoni frente a los intereses en la región de la multinacional del petróleo, SHELL. Hoy esta empresa ha aceptado compensar con 15,5 millones de dólares (unos 11 millones de euros) a los allegados de los ejecutados.
Ken Saro-Wiwa y sus compañeros, sólo pedían a Shell que asumiera sus responsabilidades en la devastación ambiental provocada en Nigeria. Sus acciones pacíficas y no violentas fueron contestadas por la dictadura que gobernaba entonces Nigeria de forma brutal. Tras los hechos se prohibió el acceso a los medios de comunicación. Algunas fuentes cifraron en más de 2.000 las personas asesinadas y miles los exiliados.
¿Pudo la dictadura de Nigeria actuar sin el beneplácito corrupto de SHELL?
¿Cómo recompensaba SHELL estos actos?…
¿Conocías estos crímenes?. También olvidamos con facilidad el nombre de otros ecologistas asesinados, como por ejemplo: Aldo Zamora (México), Dorothy Stang o Chico Mendes (Brasil) y el fotógrafo portugués Fernando Pereira, a bordo del buque Rainbow Warrior de Greenpeace que fue hundido por los servicios secretos franceses.