¿Sabías que…
- a España llegan unos 6 millones de toneladas de soja, de las cuales aproximadamente el 66% son transgénicas, y un millón y medio de toneladas de maíz que han sido cultivados en países que han optado por el uso masivo de transgénicos?, y qué dos terceras partes de los alimentos que ingerimos contienen derivados de soja y maíz?
- España es el único país de la
Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala. En 2007 se cultivaron unas 75.000 hectáreas de maíz modificado con genes de bacterias? - en los cultivos transgénicos se emplean muchos productos tóxicos, al contrario de lo que dicen las empresas que los promueven, con el consiguiente daño para el medio ambiente y la salud?
- se está experimentando con genes de vaca en plantas de soja, con genes de polilla en manzana e incluso con genes de rata en lechuga?
- que desde el 18 de abril de 2004 todos los alimentos (excepto los productos derivados de animales como la carne, leche y huevos) procedentes de cosechas transgénicas tienen que tener en la etiqueta la mención «modificado genéticamente»?
Si quieres saber más sobre los organismos modificados genéticamente (OMG) que acaban siendo base de tu alimentación, sigue estos paneles y accede a estas sencillas guías didácticas:
Panel 1:
¿Quién
soy yo?
Panel 2:
¿Transgénicos?
¡Ni hablar!
Panel 3:
¡Peligro: transgénicos sueltos!
Panel 4:
Un engaño del laboratorio al
plato
Panel 5:
Proteína animal ¿a cambio
de qué?
Panel 6:
El negocio sucio de los transgénicos
Panel 7:
Un grave
riesgo para la salud
Panel 8:
¡Pasa
a la acción!
Ante esta amenaza, varias organizaciones no gubernamentales, Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en Acción y Greenpeace han firmado un manifiesto en contra de los transgénicos para decirle a la sociedad la verdad sobre estos productos manipulados, descubriendo los oscuros intereses de unas pocas multinacionales que quieren monopolizar el mercado de semillas y generar enormes beneficios económicos ocultando el peligro que estos organismos modificados genéticamente pueden provocar en la salud y el medio ambiente.
Son cada vez más las investigaciones que demuestran que los transgénicos son perjudiciales para el medio ambiente, pueden afectar gravemente la salud y son una herramienta de control de la alimentación en manos de unas pocas multinacionales poderosas.
La utilización de la ingeniería genética en la agricultura no puede considerarse una simple herramienta de producción. El debate sobre estos cultivos va mucho más allá de la mera aplicación de una tecnología nueva, y plantea ciertas cuestiones éticas que la sociedad no puede eludir:
- Estos cultivos benefician exclusivamente a las pocas multinacionales que los desarrollan y comercializan, y que los están intentando imponer agresivamente en todo el mundo. Los grandes intereses económicos en juego dan lugar a todo tipo de presiones políticas por parte de las empresas biotecnológicas y de algunos gobiernos, despreciando totalmente consideraciones ambientales y sociales.
- Está en juego nada menos que el control de la agricultura y la alimentación en unas pocas manos, lo que puede conducir a una situación muy peligrosa para la independencia y supervivencia de pueblos, países y del conjunto de la Humanidad.
- La utilización de la ingeniería genética en la agricultura no hace más que exacerbar los efectos perniciosos de una producción industrializada e insostenible, que no favorece a los pequeños agricultores, ni respeta el medio ambiente ni reparte equitativamente las riquezas.
Con esta ciberacción puedes manifestar tu derecho a decir NO a los transgénicos, exigiendo a los fabricantes a los que va dirigida la acción que hoy por hoy están utilizando transgénicos, pero no queremos que sigan utilizándolos, porque ponen en peligro la agricultura tradicional y favorecen el negocio de multinacionales que nada aportan a la sociedad. Diles que no nos fiamos de esos productos.
Esta ciberacción se enviará a 16 direcciones de correo electrónico de varios fabricantes. Pincha en el siguiente logo y ACTUA:
Muchas gracias por participar, el Planeta se lo merece.
