En lugar de invertir el dinero público en energías renovables, la lucha contra el cambio climático y la eliminación de la pobreza… toma carbón. Las organizaciones InspirAction, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra han protestado esta mañana frente al Ministerio de Economía contra las inversiones que el Banco Mundial hace en energías no renovables, con el apoyo del Gobierno español.
(Madrid, 1 de Marzo de 2011) Con ocasión de un Día de Acción Global, hoy se organizan protestas contra el Banco Mundial en una decena de ciudades, entre ellas Zagreb, París, Berlín, Roma, Johannesburgo, Washington, Londres y Madrid para denunciar la Nueva Estrategia Energética del Grupo del Banco Mundial que piensa ser implementada a partir del 2011. Estas acciones simbólicas buscan ejercer presión sobre el Banco Mundial para lograr que deje de financiar combustibles fósiles y para demandar al Gobierno español que deje de dar dinero al Banco Mundial.
Las organizaciones entregaron una carta a la ministra Elena Salgado en la que denuncian que en 2010 el grupo del Banco Mundial, con el apoyo público español, ha financiado con US-$ 6.600 millones las energías fósiles en los países emergentes y empobrecidos, 116% más que el año anterior.
Isabel Ortigosa, de InspirAction, explica: "La política actual de energía del Banco Mundial consiste principalmente en financiar al sector privado proyectos de combustibles fósiles a gran escala, un enfoque que claramente ha fracasado a la hora de proporcionar energía a las comunidades empobrecidas o reducir la pobreza. De hecho estos proyectos, al emitir más carbono a la atmósfera, aceleran el cambio climático. Esto causa más pobreza todavía".
En los últimos cinco años, la financiación del Banco Mundial para las centrales eléctricas de carbón se ha multiplicado por 40, alcanzando un triste récord de 3.300 millones de euros en 2010. En Sudáfrica, el Banco Mundial ha concedido un préstamo a la compañía Eskom para construir una central eléctrica de carbón que proporcionará energía subvencionada a grandes empresas, mientras que las familias locales que tienen la suerte de tener acceso a la electricidad enfrentan un fuerte aumento en sus facturas y empeorando sus condiciones de vida. La nueva planta emite unos 25 millones de toneladas de CO ² por año, provocando más cambio climático, así como contaminación del aire, el agua y afectando gravemente la salud de las comunidades locales.
Precisamente en Sudáfrica tendrá lugar este año la cumbre de Naciones Unidas para proseguir las negociaciones internacionales sobre cambio climático, donde se pretende ratificar el papel del Banco Mundial. A pesar de la poca credibilidad que tiene el Banco Mundial por sus inversiones en energía sucia, esta institución fue elegida en las pasadas negociaciones de Cancún como fideicomiso del nuevo fondo de ayuda a los países empobrecidos en la lucha contra el cambio climático.
"No podemos permanecer impasibles mientras el Banco Mundial endeuda aún más a los países del Sur, haciendo que dependan totalmente de los combustibles fósiles en las próximas décadas", dice Alejandro González de Amigos de la Tierra. "Exigimos al gobierno español que impulse una política de financiación en la lucha contra el cambio climático sin la participación del Banco Mundial."
El Banco Mundial tiene un largo historial de socavar los derechos humanos y la integridad ecológica. A una institución que promueve activamente las causas del calentamiento global no debe otorgársele un papel en la financiación mundial para la energía. Por el contrario, se le debe presionar para que ponga fin a esas políticas y prácticas energéticas sucias, exigen las tres organizaciones.
"Las aportaciones financieras públicas del Gobierno español al Grupo del Banco Mundial empeoran el cambio climático, que afecta negativamente y de forma desproporcionada a los países empobrecidos", según explica Tom Kucharz de Ecologistas en Acción.
"Por todo ello demandamos al Gobierno español, de recortar a cero las aportaciones al Grupo del Banco Mundial e invertir ese dinero público en energías renovables, la lucha contra el cambio climático y la eliminación de la pobreza".