Otro aniversario negro…
Bhopal. El 3 de diciembre del 84, una fabrica de pesticidas de Union Carbide tuvo un accidente evitable, liberando 40 toneladas de gases letales. Esa noche en Bhopal murieron en el acto 8.000 personas, si, has leído bien, 8.000 personas perdieron la vida en cuestión de segundos. Otras 12.000 murieron en los siguientes años como consecuencia de las enfermedades que les produjo el escape. Más de 150.000 supervivientes permanecen graves y necesitan todavía asistencia médica. Muchos niños nacidos después del desastre sufren malformaciones y enfermedades asociadas al gas tóxico.
Más tarde Union Carbide fue adquirida por Dow Chemical, pero esta multinacional química y farmacéutica rechazo asumir las responsabilidades de la tragedia dejando sin atención a los supervivientes, a los niños y abandonando la limpieza de la fábrica, de la tierra y el agua contaminadas.
Dow Chemical fue el culpable del peor desastre químico de las historia, pero también supieron hacer historia para remitirlo al olvido. ¿Dónde quedó la justicia y, la tan de moda ahora, responsabilidad social empresarial?.
También fue un ejemplo alarmante de lo que nos vendría después con la globalización y la deslocalización de las empresas, buscando países del tercer mundo dónde reducir sus costes, a fuerza de suprimir la seguridad de sus instalaciones, el mantenimiento, la formación de sus empleados y lo que es peor, conscientes de que si algo va mal no importa. ¿Acaso esa empresa saldría indemne si ese accidente se hubiera producido en Francia?.
Los muertos no cuentan igual. Por cada muerto en el primer mundo, el que nos parece cercano, admitimos miles del tercer mundo sin horrorizarnos. En la India estaba su mano de obra barata pero no sus consumidores, a quién le importa la vida barata y sin valor de unos pobres, que no tienen coste. Cómo preocuparse por niños que no suponen costes sociales, que no calzan deportivas caras, que no generan gastos al no ir a la universidad…
Dijo una líder europea que "la sociedad ha muerto, sólo quedan consumidores". Ya no hay derechos, igualdad, sino tan sólo capacidad de compra, poder adquisitivo, clases gobernantes, burguesías del neo-liberalismo.
Ya no hay derechos sino OPORTUNIDADES…
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Retrato de un crimen corporativo
