El viernes, 4 de abril, a las 19:00, tendrá lugar un acto de calle en la Plaza de Callao para sensibilizar sobre la violencia que padecen las personas sin hogar y para reivindicar sus derechos.

Más de 700 personas duermen en las calles de Madrid y más de 1.500 se alojan en albergues y centros de acogida. No se sabe cuántas no tienen acceso a una vivienda y sobreviven en chabolas, tiendas de campaña, coches y otros alojamientos inestables.

Estas personas son víctimas de humillaciones, desprecio, ostracismo, desconsideración, agresiones físicas y verbales. Estas manifestaciones de violencia vienen de vecinos, comerciantes y empresarios, cuerpos y fuerzas de seguridad públicas y privadas. Pero por su grado de responsabilidad, las más graves corresponden a responsables políticos por decisiones que vulneran derechos fundamentales.

Teniendo la responsabilidad de atender las necesidades de los mas vulnerables, algunos han emitido declaraciones que convierten un problema de derechos en un simple problema de convivencia y de estética urbana. Un problema tan complejo no puede resolverse quitado bancos y fuentes de espacios públicos de encuentro ni llevándose a las personas contra su voluntad sin siquiera tener recursos suficientes.

Estas posturas sobre el problema del sinhogarismo influyen en el trato de la sociedad a las personas sin hogar, en cómo se las mira y en cómo enfocan el problema para poner soluciones que no tienen en cuenta los derechos de todos. Normativas como las “ordenanzas de convivencia“ criminalizan la pobreza.

Por otro lado, se han trasladado los recursos asistenciales a lugares cada vez más alejados de la ciudad. Esto también implica una violencia continua contra las personas sin hogar, como lo es consentir, tolerar y apoyar este tipo de medidas. Se contribuye así a que no se respeten derechos fundamentales de estas personas y a perpetuar prejuicios.

El viernes, 4 de abril, a las 19:00, tendrá lugar un acto de calle en la Plaza de Callao para sensibilizar sobre la violencia que padecen las personas sin hogar y para reivindicar sus derechos; romper algunos prejuicios y recordar que:

  • Las personas sin hogar no están en la calle por que quieren.
  • Son víctimas de su situación.
  • No tener hogar significa no poder ejercer derechos fundamentales tales como a la intimidad, al acceso a la salud o a la participación ciudadana y política entre otros, además de imposibilitar la asunción de responsabilidades y obligaciones cívicas.
  • Son necesarias normas pero éstas han de integrar y no excluir.
  • La ciudad es el espacio de todos y su diseño tiene que contemplar las necesidades de todos.
  • Como se trata de un problema de todos, debe responsabilizarse toda la sociedad.


Tras una representación teatral, voluntarios de las organizaciones Solidarios para el Desarrollo y de Acción en Red leerán un manifiesto.


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