España se enorgullece de tener una jurisdicción internacional para perseguir los crímenes contra la humanidad, fuera de nuestras fronteras, recordad el caso de Pinochet. Y también se reconoce así mismo como una de las 20 naciones más importantes de la economía global. Pero sus prioridades… ¿sólo son mediáticas?
Hace unos días me partía de risa con unas declaraciones de Leire Pajín, secretaria de organización del partido en el gobierno, en las que decía algo así: “en el mundo han sucedido dos acontecimientos históricos simultáneos, la llegada de Obama y de Zapatero para aportar un nuevo futuro al Planeta”.
Sin embargo, y pese a sus promesas, el gobierno español hace bien poco para mitigar y prevenir uno de los más horrendos crímenes que se suceden día a día, la desnutrición infantil, fácilmente evitable con medidas de apoyo a programas sensatos, como el que presenta Médicos Sin Fronteras.
En este país se subvencionan cientos de asociaciones políticas, se consiente un despilfarro indecente de los recursos públicos, pero no se apoya la justicia social, se gasta más en campañas cosméticas, que venden imágenes de solidaridad, que en hechos prácticos.
Este es el llamamiento que MSF hace al gobierno y que tu puedes suscribir para presionar a que se aborde con seriedad:
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Que la desnutrición infantil aguda severa se reconozca como una emergencia médica y que la alimentación terapéutica, RUTF (ready-to-use therapeutic food), como forma eficaz de tratamiento, se incorpore en las estrategias de ayuda alimentaria y nutricional de la Cooperación Española.
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La creación de un Fondo de Cooperación específicamente orientado a combatir la desnutrición infantil aguda severa.
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La firma de programas bilaterales con países afectados por la desnutrición infantil aguda severa con los que España mantenga relaciones de cooperación, para apoyar técnica y financieramente estrategias de tratamiento ambulatorio en sus programas de salud.
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La revisión de la calidad de las ayudas alimentarias que España, como país donante, canaliza a través de las Agencias especializadas en la alimentación y la infancia de Naciones Unidas, garantizando la cobertura de las necesidades nutricionales de la primera infancia.
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El apoyo de estrategias dirigidas a promover la investigación y el desarrollo de nuevas formas de alimentación terapéutica, su producción a nivel local, el aumento de la demanda y la reducción de su precio.
En 2008, el Gobierno español ha declarado que la seguridad alimentaria de los niños menores de 5 años constituye una prioridad inmediata. Queremos que los hechos confirmen las palabras y nuestro país lidere, desde su propio compromiso, la lucha contra la desnutrición infantil.