La verdad nos hace padecer, pero no perecer…

Esperando un sincero ‘mea culpa’ de Amnistía Internacional que evite las graves consecuencias que traerá la escandalosa indemnización a su ex Secretaria General.

Los pinchos del alambre, que cruza la luz de la esperanza del logo de Amnistía Internacional, van a ser el mayor varapalo que esta organización internacional ha sufrido en toda su historia. No porque quienes pinchan su encomiable misión y objetivos son los malos contra los que ha luchado AI, sino porque estás heridas serán producidas por el jarro de agua fría que ha caído sobre sus socios y simpatizantes.

Londres, 19 feb (EFE).- Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional (AI) entre 2001 y 2009, dejó el puesto de una de las organizaciones no gubernamentales más prestigiosas del mundo con un paga de 533.000 libras (632.000 euros o 866.500 dólares).

La cifra fue dada a conocer por AI al difundir sus resultados financieros para el año entre abril de 2009 y marzo de 2010.

Los resultados revelan también que la vicesecretaria general Kate Gilmore recibió 300.000 libras (355.750 euros o 487.360 dólares) cuando renunció al cargo junto a Khan en diciembre de 2009.

Respuesta (pobre) de Amnistía Internacional España en su página de Facebook, por ahora la única que conozco:

La cantidad que ha percibido la ex Secretaria General de la organización, Irene Khan, al finalizar su contrato, que fue fruto de una negociación muy específica, es la suma de varios elementos, entre ellos el propio salario, atrasos salarial …es, gastos por reubicación, etc., algunos de los cuales se remontan a varios años.

Dicha cantidad incluye también las sumas legalmente establecidas a las que la señora Khan tenía derecho en aplicación de la legislación laboral británica a raíz de su relación laboral continuada con AI durante más de cuatro años.

Ninguno de los empleados actuales, incluyendo el nuevo Secretario General, Salil Shetty, está contratado en los términos que se aplicaron a Irene Khan en 2001, año de su contratación.

Ahora, en mi opinión, Amnistía Internacional tienen dos opciones, sólo dos, y mejor que concurran ambas:

  1. Han aprendido este gravísimo error, van a pedir perdón a todos sus socios y simpatizantes y, además, pueden demostrar que sus políticas actuales de contratación impiden que se vuelva a cometer este vergonzoso suceso.
  2. (ahora estoy hablando en hipótesis)… La ex Secretaria General Irene Khan, y Kate Gilmore también, devolvieron el 80% de la indemnización percibida y no nos hemos enterado.

Por el bien de todos, de los destinatarios de las acciones de AI, espero que así sea.

A todos los socios, voluntarios, simpatizantes y trabajadores abnegados de Amnistía Internacional, que no alcanzan a ser si quiera mileuristas, les deseo mucho ánimo, fortaleza y tesón para continuar con la encomiable labor que realizan en pro de la defensa de los derechos humanos y la protección de las personas sin voz.

Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad – Platón

 

La verdad padece, pero no perece – Santa Teresa de Jesús