Bruselas, Bélgica — Unos 200 activistas de 14 países diferentes de la Unión Europea han bloqueado esta mañana las siete entradas al edificio del Consejo de la Unión Europea donde los ministros de pesca iban a reunirse para decidir las cuotas anuales de pesca.
Los activistas han construido un muro de 30 metros de largo y 2,5 metros de ancho frente a la entrada principal del edificio con el mensaje “Cerrado hasta que las pesquerías se recuperen”.
Al final los ministros han tenido que acceder al edificio por el garaje.
“El Consejo de Pesca ha sido un desastre total para la pesca” ha declarado Saskia Richartz, responsable de la Unidad Política Marina de Greenpeace en Bruselas. “A menos que se introduzcan cambios y se escuche a los ministros de Medio Ambiente, la pesca en Europa se enfrenta a un colapso económico y ambiental”.
Desde comienzo de los años 80, la mala gestión realizada por parte del Consejo de Pesca ha provocado un alarmante declive de las poblaciones de peces en las aguas europeas
“Si el Consejo de Pesca de la UE fuera una empresa privada, sus directores habrían sido despedidos hace tiempo por su ineficiencia y negligencia”, añadió María José Caballero, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace España. “El Consejo de Pesca ha fallado a la hora de asegurar la rentabilidad del sector pesquero, la protección ambiental, la gestión sostenible y el mantenimiento de los stocks pesqueros. Es el momento de una nueva gestión” añadió.
Greenpeace considera que las futuras decisiones sobre las actividades pesqueras en los mares europeos deben ser objeto de un gran escrutinio público y deben incluir los siguientes aspectos:
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Los Estados Miembros deben crear una red de reservas marinas a gran escala estrictamente protegidas de todos los usos extractivos y actividades destructivas, incluyendo la pesca. La red de reservas debe ser lo suficientemente grande para albergar especies y procesos ecológicos a lo largo del tiempo;
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Las cuotas deben acatar los niveles recomendados por los científicos. Para todas aquellas poblaciones de peces que se encuentren fuera de los límites de seguridad biológica, la presión pesquera debe reducirse drásticamente y sólo debe aumentar cuando se hay comprobado la recuperación del stock; y
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Desde el próximo año, la cuotas de pesca nacionales, que deben establecerse de acuerdo con los mismos principios, deben estar condicionadas a los estándares de conservación marina de la UE y, en particular, con la normativa sobre áreas protegidas.
Fuente: Greenpeace