No hay manera de saber que ocurre… de ello se ha ocupado el régimen iraní aislando la información sobre los abusos y atentados contra las libertades civiles y los derechos humanos más básicos. Dentro de este clima de opacidad hemos conocido ahora, por un comunicado de acción urgente de Amnistía Internacional, que se ignora el paradero de más de 38 periodistas iraníes , y se teme que todos sufran tortura u otros malos tratos.
Pese a la prohibición universal de la tortura, en más del 50 por ciento de los países del mundo se sigue recurriendo a estas prácticas. Una cifra que se sitúa en casi el 80% cuando nos referimos a los países que integran el G-20. (Datos: Amnistía Internacional. Informe Anual 2009)
En su Informe Anual 2009, publicado el pasado 28 de mayo, Amnistía Internacional ha constatado cómo los casos de tortura y malos tratos durante el año 2008 y los primeros meses de 2009 se produjeron de forma generalizada en todas la regiones del mundo. 107 países, de los 157 que analiza la organización han practicado tortura y malos tratos a manos de las fuerzas de seguridad, la policía y otras autoridades del Estado.
“Con demasiada frecuencia, las víctimas siguen indefensas porque sufren un sistema de justicia que no exige rendición de cuentas a los responsables, y no cuentan con acceso inmediato a representación letrada. En muchas ocasiones, los fiscales no emprenden investigaciones, las víctimas tienen miedo a ser objeto de represalia si denuncian, y las penas que se imponen a los agentes declarados culpables son muy leves. El resultado es que en muchos lugares se ha perpetuado una cultura de impunidad”, señaló Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
