Cuesta creerlo, pero nuestro organismo se está convirtiendo en una especie de central de residuos. Nada menos que 300 sustancias químicas contaminantes se concentran a lo largo y ancho de nuestra anatomía. Las rutinas de cada día están repletas de sustancias peligrosas para la salud en las que ni siquiera reparamos.
Cada mes aparecen más de 600 sustancias químicas nuevas
No se trata solamente de la polución ambiental, sino que limpiar la casa, maquillarse o ingerir ciertos alimentos se convierten en auténticos atentados contra la salud si no se eligen los productos adecuados.
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