50 activistas de Greenpeace, incluido el director de la oficina estadounidense, fueron detenidos en Washington (USA) mientras protestaban de forma pacífica por considerar que la política de George Bush para afrontar el cambio climático es una farsa.
El presidente George W. Bush ha convocado en Washington a los países más contaminadores del mundo para no ofrecer absolutamente nada nuevo que ayude a resolver el problema del cambio climático. De su discurso se desprende que el presidente de los Estados Unidos sigue pensando que basta con cruzar los dedos y esperar que la tecnología nos salve.
Greenpeace abrirá bien los ojos, como el activista de la foto, para vigilar la incompetencia de los dirigentes mundiales.