23 personas que llegaron en el Marine I permanecen en un limbo jurídico en Mauritania bajo el control efectivo del Gobierno español.
El 31 de enero el buque Marine I lanzó un S.O.S, al que respondió el servicio de salvamento marítimo español. Durante una semana se mantuvo fondeado al buque con 369 personas a bordo, mientras España negociaba con Mauritania un posible desembarco. Finalmente Mauritania accedió al desembarco en Nouadhibou, únicamente por cuatro horas y para su repatriación inmediata.
Tres meses después las 23 personas que se negaron a firmar su repatriación voluntaria siguen allí, recluidas por las autoridades españolas en un hangar de pescado, durmiendo en el suelo y sin haber salido al exterior. Nadie les ha informado sobre sus derechos ni qué ley les ampara. Tampoco se les ha facilitado el acceso a un procedimiento de asilo con todas las garantías a pesar de que todos han mostrado temor por sus vidas en caso de volver a su país de origen.
En estas duras condiciones y con la incertidumbre sobre el futuro, su salud mental se está viendo afectada, en algunos casos seriamente, según Médicos del Mundo, que les asiste desde el primer día.
Está acción está siendo sido impulsada de manera conjunta por Médicos del Mundo, Amnistía Internacional y CEAR.
No permitas que España mantenga este limbo jurídico. Exige que se respeten los derechos humanos de todas las personas.
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