Un nombre, dos apellidos y una firma. Con estas armas cada persona podrá luchar contra la industria nuclear y pedir un futuro sin centrales nucleares.
El planeta necesita con urgencia un nuevo modelo energético que nos aleje de las consecuencias de un cambio climático peligroso.
Las soluciones para conseguirlo son conocidas y pasan por un rechazo absoluto a la energía nuclear.