Quizás, como frente al virus, la respuesta sea: innovación y compromiso social.
¿Podemos «vacunar» al planeta contra el Cambio Climático, como hicimos con el Covid-19?
La industria farmacéutica desarrolló una vacuna que normalmente tomaría diez años en solo diez meses ¿Cómo? innovando. Al mismo tiempo, miles de millones de personas adaptaron sus hábitos sociales para cuidar unos de otros.
A medida que aumenta la temperatura del mundo, aumentará el riesgo de nuevas pandemias, incluida la propagación de enfermedades transmitidas por insectos en climas cálidos, como la malaria y el dengue.
La escasez de agua potable, el afinamiento tras las migraciones climáticas o las zoonosis causadas por la invasión de hábitats silvestres incrementarán las crisis sanitarias que sacudirán a la humanidad en los próximos años.
Impedir que la temperatura media de la Tierra supere los 1,5 grados es la mayor inversión que han de hacer los estados, las empresas y la sociedad en su conjunto.
El cambio climático está afectando gravemente a las abejas reduciendo la población de las colmenas y aniquilando a un alto % cada año. La única vacuna que puede cambiarnos a todos es la propia coherencia del legado que dejamos.