La "energía verde" de Iberdrola: Demanda a Greenpeace 200.000 Euros por usurpación de bien inmueble, coacciones y pide nada menos que 90 meses de cárcel por colgar un cartel “Stop CO2” en la chimenea de la central térmica de Pasaia.

El jueves 1 de julio se celebra el juicio que Iberdrola ha interpuesto contra los activistas de Greenpeace por la acción de protesta pacífica que se realizó en 2007 en la central térmica de carbón de Pasaia (Gipuzkoa), una instalación vieja, sucia e ilegal que constituye uno de los mayores focos de emisiones de Euskadi.

Activistas de Greenpeace, que llevan ya dos días subidos a la chimenea 
de la central térmica de Pasaia, hacen una pintada que dice "CO2 EZ" 
(Stop CO2).Es totalmente incoherente que Iberdrola, que se publicita como ‘una de las compañías con menores emisiones de CO2 del sector eléctrico’ mantenga en funcionamiento una central como la de Pasaia que es el mayor foco de contaminación de Euskadi, literalmente, una fabrica de cambio climático” ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace “si realmente se preocupara por el medio ambiente y por reducir las emisiones, Iberdrola se dedicaría a desarrollar su enorme potencial en energías renovables en lugar de denunciar a un grupo de ciudadanos que velan por garantizar el derecho a un medio ambiente adecuado que nos reconoce la Constitución.”

Con esta actitud beligerante en contra del movimiento ecologista, Iberdrola confirma que su interés real no es la lucha contra el cambio climático sino “callar la boca” al movimiento ecologista para seguir enriqueciéndose quemando carbón. Pero Iberdrola se equivoca, no solo quemando carbón sino también arremetiendo contra los que defienden los valores en los que se apoya la línea de negocio con la que la compañía quiere identificarse: la de energías renovables.

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