Preámbulo del acuerdo…

Consciente de que el cambio climático representa una amenaza apremiante y con
efectos potencialmente irreversibles para las sociedades humanas y el planeta y, por lo
tanto, exige la cooperación más amplia posible de todos los países y su participación
en una respuesta internacional efectiva y apropiada, con miras a acelerar la reducción
de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero,

Reconociendo que se requerirán fuertes reducciones de las emisiones mundiales
para alcanzar el objetivo último de la Convención, y poniendo de relieve la necesidad
de hacer frente al cambio climático con urgencia,

Reconociendo también que el cambio climático es un problema común de la
humanidad, por lo que las Partes, al adoptar medidas para hacer frente al cambio
climático, deberían respetar, promover y tomar en consideración sus respectivas
obligaciones con respecto a los derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos
de los pueblos indígenas, las comunidades locales, los migrantes, los niños, las
personas con discapacidad y las personas en situaciones de vulnerabilidad y el derecho
al desarrollo, así como la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y la
equidad intergeneracional,

Consciente de las necesidades y preocupaciones específicas de las Partes que son
países en desarrollo generadas por las repercusiones de la aplicación de las medidas de
respuesta y, a este respecto, de las decisiones 5/CP.7, 1/CP.10, 1/CP.16 y 8/CP.17,

Poniendo de relieve con grave preocupación la necesidad urgente de resolver el
importante desfase que existe entre el efecto agregado de las promesas de mitigación
de las Partes, expresado en términos de las emisiones anuales mundiales de gases de
efecto invernadero en el año 2020, y las trayectorias que deberían seguir las emisiones
agregadas para poder mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por
debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y de seguir esforzándose por
limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC,

Poniendo de relieve también que el aumento de la ambición en el período
anterior a 2020 puede sentar una base sólida para una ambición mayor después de ese
año,

Destacando la urgencia de acelerar la aplicación de la Convención y su
Protocolo de Kyoto a fin de aumentar la ambición en el período anterior a 2020,

Reconociendo la necesidad urgente de que las Partes que son países
desarrollados aumenten la prestación de un apoyo previsible a las Partes que son
países en desarrollo en forma de financiación, tecnología y fomento de la capacidad,
para permitirles reforzar su acción en el período anterior a 2020,

Poniendo de relieve los beneficios duraderos de una acción pronta y ambiciosa,
como las importantes reducciones del costo de las futuras medidas de mitigación y
adaptación,

Reconociendo la necesidad de promover el acceso universal a la energía
sostenible en los países en desarrollo, en particular en los de África, mediante un
mayor despliegue de energía renovable,

Conviniendo en mantener y promover la cooperación regional e internacional
con el fin de movilizar una acción más vigorosa y ambiciosa para hacer frente al
clima, por todas las Partes y por los interesados que no son Partes, incluidos la
sociedad civil, el sector privado, las instituciones financieras, las ciudades y otras
autoridades subnacionales, las comunidades locales y los pueblos indígenas,

… texto completo del acuerdo de la Convención Marco sobre el Cambio Climático COP21 de París

 

Comunicado de Greenpeace a la última versión del acuerdo climático de París

 

  • Como aspecto más positivo, destaca el nuevo imperativo de limitar el aumento de temperatura en 1,5 ºC y la nueva meta de emisiones netas cero en este siglo
  • Los objetivos de emisiones propuestos no son suficientes para garantizar el abandono de las energías sucias no más tarde de 2050

Greenpeace considera que el borrador del Acuerdo de París presentado hoy deja a los combustibles fósiles en vías de eliminación, pero no concreta los compromisos necesarios para alcanzar el objetivo.

“La rueda de la acción por el clima gira lentamente, pero en París ha dado una vuelta más. Este acuerdo pone a la industria de los combustibles fósiles en el lado negativo de la historia”, ha declarado desde París el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo.

Greenpeace considera que hay mucho en el texto que se ha diluido y contaminado por aquellos que abusan del planeta. Pero valora positivamente que el acuerdo contiene el nuevo imperativo de limitar el incremento de la temperatura a 1,5 ºC. “Ese número en sí mismo, y la nueva meta de cero emisiones netas en la segunda mitad de este siglo, causará consternación en los consejos de administración de las empresas de carbón y en los palacios de los estados exportadores de petróleo”, añade Naidoo.

La organización ecologista considera que ahora el reto de este siglo es cómo lograr ese objetivo ya que las medidas contempladas no llevan hasta allí. Para alcanzar la meta de 1,5 ºC con las medidas que contiene el acuerdo no se llega, es manifiestamente insuficiente. Greenpeace considera que los objetivos de emisiones propuestos simplemente no son lo suficientemente ambiciosos para lograr ese objetivo, y que este acuerdo no hace lo necesario para cambiar eso. La meta de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para la segunda mitad del siglo significa, de forma efectiva, que debemos abandonar los combustibles fósiles – lo más fácil de reducir – en 2050.

Greenpeace denuncia que este acuerdo no contiene lo necesario para aquellas naciones y personas que sufren en  primera línea los impactos del cambio climático. Y considera que resulta una injusticia en sí misma que las naciones que causaron este problema se han comprometido muy poco para ayudar a las personas más vulnerables frente al cambio climático, que ya están perdiendo sus vidas y medios de subsistencia.

“Este acuerdo no nos va sacar del agujero en el que estamos, pero hace el camino menos empinado. Para librarnos de los combustibles fósiles, vamos a tener que movilizarnos cada vez en mayores números. Este año, el movimiento climático venció al oleoducto Keystone, sacó a Shell del Ártico y puso a la industria del carbón en estado terminal. Estamos a favor de un futuro impulsado por la energía renovable y es un futuro que vamos a ganar”, ha advertido desde París Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España.

“Ahora los países tendrán que volver a casa y trabajar en sus políticas climáticas y en medidas más concretas para garantizar que no aumentan las temperaturas por encima de 1,5 ºC. Y esperamos que los candidatos en las próximas elecciones generales del día 20 nos presenten en sus programas las medidas en materia de clima y energía para un futuro 100% renovable para España en el año 2050”,  ha declarado Mario Rodríguez director de Greenpeace España.